- Interfaz PCI Express 3.0, a un buen precio.
- Reducido consumo de energía.
- Garantía de 5 años.
- Velocidades aleatorias bajas para PCIe.
Review
El SSD más eficiente de la serie de Kingston para consumidores es el A1000. Este producto de bajo coste presenta una interfaz PCIe NVMe, mediante la que supera las prestaciones de los conectores SATA, integrados por unidades como el Kingston UV500, que analizamos la semana pasada.
El dispositivo se vende en tres tamaños diferentes: 240, 480 y 960 GB. Al aumentar el espacio de almacenamiento hace lo propio la tasa de escritura, mientras que la lectura no varía. Esta última llega a los 1.500 MB/s, a nivel secuencial. La escritura, por su parte, oscila entre 800 y 1.000 MB/s. En relación al UV500, cuyas velocidades están en la media de un SATA, prácticamente triplica su capacidad de lectura y le dobla en escritura. Sin embargo, es inferior a otros PCIe al contar únicamente con dos carriles (x2), en vez de cuatro (x4), lo que supone un menor ancho de banda. El 960 EVO, por ejemplo, rebasa los 3.000 MB/s de lectura y se acerca a los 2.000 MB/s de escritura, pero es más caro. Kingston lo que busca es ofrecer un NVMe básico, a un precio asequible.
La lectura aleatoria, del mismo modo que la secuencial, tampoco difiere de una versión a otra, alcanzando los 100.000 IOPS. Sí cambia la escritura, de 80.000 a 120.000 IOPS. Estos valores aleatorios no son buenos, pues están un tercio o más por debajo de los entregados por el citado 960 EVO. Aunque estamos hablando de productos que luchan en estratos de mercado distintos, lo cierto es que las tasas del A1000 están demasiado cerca de las brindadas por un SATA.
El factor de forma de este Kingston es M.2. Las unidades con este formato, que va imponiéndose poco a poco, ocupan menos espacio que las de 2,5″ y eso las convierte en especialmente idóneas para equipos pequeños. Como puedes ver en la siguiente imagen, el modelo tiene en su frontal una pegatina dividida en dos zonas, en fondos negro y blanco, que recuerda un poco a la apariencia de los SSD de Western Digital.
El A1000 contiene un controlador Phison E8, de 4 canales, y una memoria 3D NAND TLC, de 64 capas. TLC abarata el coste de fabricación con respecto a la tecnología MLC, que es superior en rendimiento.
La resistencia, al igual que las velocidades de transferencia, incrementa a la par que la capacidad de almacenamiento, variando entre 150, 300 y 600 TBW. Este índice, medido en terabytes escritos, determina la durabilidad.
Hay que subrayar el bajo consumo energético del dispositivo, debido a la integración de sólo dos carriles. Este aspecto es muy interesante en portátiles, puesto que repercute en un menor desgaste de la batería.
El fabricante proporciona un programa de gestión, que permite comprobar el adecuado funcionamiento del SSD y llevar el mantenimiento del mismo, renovando su firmware. Además, suministra una clave de activación de Acronis True Imagen, dentro del paquete del producto, donde también hay unas instrucciones. La garantía es de 5 años.
Características
- Dimensiones: 8,0 x 2,2 x 3,5 cm.
- Peso: 6,4 g – 7,6 g.
- Tipo: interno.
- Tecnología: unidad de estado sólido (SSD).
- Capacidad: 240 GB – 960 GB.
- Lectura secuencial: 1.500 MB/s.
- Escritura secuencial: 800 MB/s – 1.000 MB/s.
- Lectura aleatoria (4KB, QD32): 100.000 IOPS.
- Escritura aleatoria (4KB, QD32): 80.000 IOPS – 120.000 IOPS.
- Interfaz: PCIe 3.0.
- Factor de forma: M.2.
Compatibilidades
Es compatible con los sistemas operativos Windows y Linux. La validez para Mac depende del equipo.
Opinión final
El Kingston A1000 es una opción intermedia entre los SATA y los PCIe de 4 carriles. Su precio igualmente está entre medias de ambos conectores, lo que le convierte en una alternativa interesante para aumentar las prestaciones de un SATA, ahorrando dinero. El principal inconveniente del dispositivo es su velocidad aleatoria, que es bastante mejorable.
Los puntos fuertes de la unidad residen en su reducido consumo energético y en las posibilidades de su conexión PCIe y su memoria NVMe. Este modelo también destaca por aportar un plazo de garantía de 5 años.