Review
Terminamos el repaso a los SSD internos de Western Digital, analizando el WD Black PCIe. Sus siglas ya nos anticipan el principal aspecto que le distingue de los demás, que no es otro que su interfaz PCIe Gen3. Este puerto le confiere 8 Gb/s, por los 6 Gb/s de los SATA III, lo que se traduce en un mayor rendimiento. Por eso, la implementación de esta tecnología va en aumento en los últimos años.
Una de sus grandes bazas de PCI Express reside en su diseño, pues va directamente conectado a la placa base, mientras que en SATA esta unión se articula a través de un controlador. Su integración por parte de WD Black convierte al modelo en una opción ideal para juegos y para otros usos aparejados a unas altas exigencias.
El producto está disponible, únicamente, en dos tamaños: 256 y 512 GB. En ambos casos, proporciona una excelente transferencia aleatoria y secuencial. Respecto a la segunda, aporta un incremento aproximado de un 50 % en velocidad de escritura y se dispara en cuanto a lectura, multiplicando por más de tres la cadencia en relación a dispositivos equipados con SATA. En concreto, suministra una tasa de lectura secuencial de 2.050 MB/s y una escritura secuencial máxima de 800 MB/s. En la versión de 256 GB este valor baja a 700 MB/s.
La unidad se comercializa en formato M.2. Como puedes ver en la imagen de más abajo, tiene una pegatina en colores blanco y negro, delimitados por la característica división inclinada de Western Digital.
La resistencia del aparato varía según la capacidad de almacenamiento, entre 80 y 160 TBW, siendo inferior a la ofrecida por el Blue PC y el Blue 3D NAND. Por otro lado, el modelo brinda soporte para el estándar de autocontrol y análisis S.M.A.R.T., y para la función TRIM, cuya misión consiste en liberar el espacio que ocupaban los archivos eliminados. Esta herramienta debe admitirla el sistema operativo.
El Black PCIe funciona a una temperatura de entre 0 y 70 °C. Supera en consumo al resto de unidades de estado sólido de la marca, presentando un promedio de energía activa de 135 mW.
En su caja no viene acompañado del tornillo necesario para su montaje -que trae la placa base-, y tampoco incluye instrucciones, ni programas. No obstante, Western Digital pone a disposición de los usuarios las aplicaciones Panel de control WD y Acronis True Image, respectivamente destinadas a la administración y a la realización de backups. Puedes descargarlas desde el siguiente enlace: https://support.wdc.com/product.aspx?ID=1802&&lang=ls#WD_downloads
El dispositivo cuenta con 5 años de garantía. El plazo amplía el trienio ligado a los otros SSD del fabricante.
Características
- Dimensiones: 8,0 x 2,2 x 0,2 cm.
- Peso: 7 g.
- Tipo: interno.
- Tecnología: unidad de estado sólido (SSD).
- Capacidad: 256 GB – 512 GB.
- Lectura secuencial: 2.050 MB/s.
- Escritura secuencial: 800 MB/s.
- Lectura aleatoria: 170.000 IOPS.
- Escritura aleatoria: 134.000 IOPS.
- Interfaz: PCIe 3.0.
- Factor de forma: M.2.
Compatibilidades
Es compatible con los sistemas operativos Windows (10, 8 y 7) y Linux.
Opinión final
El modelo constituye una alternativa óptima si estás buscando un alto rendimiento. Entre los inconvenientes de este Western Digital hay que señalar la ausencia de un manual de instrucciones -ya sea en papel o en CD-, y un tamaño de almacenamiento más limitado que el entregado por otros dispositivos.
Como puntos fuertes de la unidad sobresale su gran rapidez, fruto de la integración de PCIe, mediante la que mejora las prestaciones de SATA a un coste accesible. También destaca su fiabilidad y su amplio plazo de garantía de 5 años.
